Una de las cosas que me gustó del piso en el que vivo de alquiler desde agosto 2006 junto con "mi santo" (quiere que le denomine así para preservar su intimidad y llevar yo sola el peso de la fama...¡¡¡tengo censura en mi propio blog!!!) fue la pedazo de terraza que tiene. Soy bilbaína pero no exagero al decir que es casi tan grande como el resto de la casa, cuyos "metros habitables" nos son muchos, está claro, pero que, cuando empiezan las temperaturas "agradables", crecen... Todavía recuerdo cuando hablaba con mis amigos y me preguntaban por el piso "nuevo". Al principio todo es maravilloso, la casa te parece más grande de lo que es en realidad y si no, pones como excusa la terraza que tiene y todo arreglado.
El problema llega en octubre-noviembre. Sí, para los pesimistas también hay versión... los metros se reducen a la mitad. Se acaba el salir a tomar el aire, el tirante...rectifico, el tirante sigue, pero dentro de casa con la calefacción central a tope. Pero como todo ciclo, éste también llega a su fin.
Hace aproximadamente un mes hubo una pseudo-inauguración de la temporada de terraza, pero dos días después volvieron el frío y las lluvias. De hecho, la realidad fue que hubo un par de días seguidos con sol y no pudimos evitar salir aunque fuese con un jersey.
El problema llega en octubre-noviembre. Sí, para los pesimistas también hay versión... los metros se reducen a la mitad. Se acaba el salir a tomar el aire, el tirante...rectifico, el tirante sigue, pero dentro de casa con la calefacción central a tope. Pero como todo ciclo, éste también llega a su fin.
Hace aproximadamente un mes hubo una pseudo-inauguración de la temporada de terraza, pero dos días después volvieron el frío y las lluvias. De hecho, la realidad fue que hubo un par de días seguidos con sol y no pudimos evitar salir aunque fuese con un jersey.
Pero definitivamente hoy, ¡se ha abierto la veda! Parece que el tiempo empieza a estabilizarse así que, cena (estilo vamos a intentar imitar las tapas y/o raciones del bar de abajo), unas cervecitas, charlas agradables y a comentarlo en este post. Para que luego digan por ahí que no escribo...
3 comentarios:
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Te imagino disfrutando de una cañita a altas horas de la madrugada, con la sinfonía de las cargas policiales de fondo. Como mola tu terraza!
Si el comentarista anterior es un "santo" (upss... me parece que he desvelado algo que no debía...), yo debo ser la reencarnación de Jesucristo o algo así...
Teniendo encuenta tu aroma a azufre...